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lunes, 26 de noviembre de 2012

Los electores votan en contra de las políticas antisociales

El resultado de las elecciones en Cataluña deja clara algunas cosas importantes y que será interesante ver que continuidad tienen en el tiempo: la izquierda ha experimentado un avance importante; el derecho ha decidir se ha mostrado como la opción mayoritaria, y el PSC no acaba de encontrar su sitio dentro del debate sobre el hecho nacional.

Respecto del avance de la izquierda, ERC ha más que doblado los resultados de las pasadas elecciones y ha obtenido 280.000 votos más. Son los segundos mejores resultados conseguidos hasta el momento en unas elecciones autonómicas.
ICV-EUiA ha sumado  tres escaños más a los diez que ya tenía, y ha subido el número de votos en casi 130.000. Ha experimentado avances en muchas poblaciones. Significativos son los ejemplos de Barcelona, dónde ha conseguido 30.000 votos más; Badalona, que ha pasado del 8,52% de los votos en 2010 al 12,99%, o Santa Coloma de Gramenet, que ha conseguido 3.200 votos más, y ha pasado de ser la cuarta fuerza política a la segunda, desbancando a CiU. La tercera fuerza triunfadora de estas elecciones han sido las CUP, quienes con un discurso y una manera de hacer muy alejada de los partidos tradicionales, ha obtenido 3 escaños y más de 126.000 votos, en sus primeros comicios autonómicos.

Este avance experimentado por formaciones situadas más allá de la izquierda del PSC y que apuestan principalmente por el derecho a decidir, deja claro que el discurso independentista de CiU estaba vacío de contenido y que los votantes no se han dejado llevar por la euforia simplemente independentista, sino que los resultados han supuesto un claro rechazo a las políticas de recortes y de austeridad de Artur Mas.

Más allá del debate independentista, si comparamos los resultados de la derecha (o centro derecha) con los de la izquierda, el cómputo es claramente favorable a ésta última. Mientras que entre CiU y PP han perdido 50.000 votos, entre ERC, ICV-EUiA y las CUP, juntos han conseguido ganar más de 530.000 votos. No está nada mal la diferencia. Es una apuesta clara en contra de las políticas neoliberales y de ajuste promovidas por CiU en Cataluña y por el PP en el gobierno del Estado.

El otro gran perjudicado ha sido el PSC, que ha perdido casi 4 puntos relativos del total de votos con respecto a las anteriores elecciones. Queda patente que al PSC estas elecciones le cogieron a contrapie, y que no ha sabido situarse ni hacer llegar su proyecto político y de Estado a los electores. La indefinición le ha terminado pasando factura, porque si comparamos sus resultados con Ciutadans, que como el PSC apostaban por el federalismo, estos han triplicado su número de escaños en el Parlament mientras que el PXC ha perdido 8.

Por lo tanto, la lectura que ha de hacerse de los resultado de estas elecciones es: sí al derecho a decidir, pero no al desmontaje del estado del bienestar y a las políticas antisociales. Si vamos hacia una nueva situación nacional, ésta tendrá que tener muy en cuenta que modelo socioeconómico y político demandan los votantes.